Construimos seguridad financiera desde 2019
Empezamos porque veíamos demasiadas personas atrapadas en ciclos de estrés económico. Facturas inesperadas que se convertían en crisis. Urgencias médicas que obligaban a endeudarse. Reparaciones del coche que desbarataban presupuestos enteros.
No había magia en lo que hacíamos al principio. Solo conversaciones honestas sobre números reales y decisiones prácticas. Con el tiempo, esas conversaciones se convirtieron en un método que funciona para personas con ingresos normales y gastos del mundo real.
Hoy seguimos haciendo lo mismo: ayudar a crear colchones financieros que aguantan los golpes de la vida. Sin promesas exageradas, sin fórmulas complicadas.

Cómo llegamos hasta aquí
Nuestra evolución refleja los cambios en las necesidades financieras de las familias españolas. Cada etapa nos enseñó algo valioso sobre la realidad del ahorro de emergencia.
Primeras asesorías
Comenzamos con talleres locales en Alicante. Grupos pequeños, cuadernos de notas y muchas preguntas sobre cómo apartar dinero cuando apenas sobra nada a fin de mes. Aprendimos que la teoría de los libros chocaba con salarios reales y alquileres que no paraban de subir.
Método adaptado
La pandemia cambió todo. Vimos familias perder ingresos de la noche a la mañana. Desarrollamos estrategias para fondos de emergencia progresivos: empezar con 300 euros en lugar de los 3000 que recomiendan los manuales. Priorizar liquidez sobre rentabilidad. Funcionalidad antes que perfección.
Presente continuo
Seguimos refinando nuestro enfoque cada mes. Los datos de inflación de 2024 nos obligaron a repensar las cifras objetivo. Ahora trabajamos con más de 400 familias al año, cada una con circunstancias distintas pero el mismo objetivo: dormir tranquilos sabiendo que tienen un respaldo cuando surgen imprevistos.



Nuestro método está hecho para la vida real
No vendemos trucos milagrosos. Trabajamos con presupuestos que tienen gastos reales: hipotecas, colegios, seguros del coche. Analizamos patrones de gasto durante tres meses antes de sugerir nada.
Algunos clientes empiezan apartando 25 euros al mes. Otros pueden permitirse 200. No hay un número mágico. Lo que importa es crear el hábito y ajustar las cantidades cuando cambian las circunstancias laborales o familiares.
Nuestras revisiones trimestrales no son sesiones de ventas. Son chequeos honestos: ¿está funcionando el plan? ¿Han surgido gastos inesperados? ¿Necesitas ajustar algo? La flexibilidad es más importante que seguir un guion perfecto.
El 78% de nuestros clientes mantienen sus fondos de emergencia activos después de dos años. No porque seamos genios, sino porque los planes se adaptan a sus vidas en lugar de exigir sacrificios imposibles.

Ramiro Bastida
Director de Planificación FinancieraLlevo 14 años trabajando con familias que intentan crear colchones financieros. Empecé en banca tradicional, donde las soluciones eran siempre las mismas independientemente de la situación del cliente. Eso nunca me cuadró.
En 2019 decidí montar algo distinto. Un sitio donde pudiéramos hablar de números reales sin presión para contratar productos financieros complejos. Donde alguien que gana 1400 euros al mes recibiera la misma atención que alguien con ingresos más altos.
Me formé en economía familiar en la Universidad de Alicante, pero la mayor parte de lo que sé lo aprendí escuchando a clientes reales. Sus dudas, sus miedos sobre el dinero, sus prioridades cambiantes. Cada conversación es diferente porque cada familia tiene su propia historia financiera.
Áreas de especialización
Principios que no negociamos
Estos valores guían cada decisión que tomamos. No son eslóganes de marketing. Son límites que nos ponemos para mantener la honestidad en todo lo que hacemos.
Transparencia total
Mostramos los números reales. Si algo no va a funcionar para tu situación, te lo decimos antes de que empieces. Sin costes ocultos ni sorpresas en letra pequeña.
Visión de largo plazo
No buscamos resultados instantáneos. Crear un fondo de emergencia sólido puede llevar dos o tres años. Estamos aquí para ese recorrido completo, no solo para el primer mes.
Escucha activa
Cada familia tiene circunstancias únicas. Preguntamos más de lo que hablamos. Ajustamos planes según lo que realmente necesitas, no según fórmulas preconcebidas.
Compromiso realista
No prometemos milagros financieros. Trabajamos con objetivos alcanzables que se adaptan a ingresos y gastos reales. Celebramos los avances pequeños porque son los que duran.